¿Qué es y cómo funciona un crédito revolvente?
¿Qué es y cómo funciona un crédito revolvente?
¿Tu auto necesita una nueva transmisión? ¿Tu casa se ha infestado de alguna plaga? ¿O tu hijo se ha fracturado el tobillo mientras jugaba? En todos estos casos, el dinero puede ser insuficiente, por lo que necesitarás un poco de ayuda financiera. Entonces, ¿qué haces? Un crédito revolvente, como el préstamo personal, puede ser una buena opción para ti.
El crédito revolvente te permite pedir prestado dinero repetidamente hasta un límite determinado y devolverlo a lo largo del tiempo. ¿Te gustaría saber más? A continuación, te explicaremos qué es el crédito revolvente y cómo funciona.
¿Qué es un crédito revolvente?
El crédito revolvente es una línea de crédito abierta que puede utilizarse y pagarse repetidamente mientras la cuenta permanezca habilitada. Además, este tipo de crédito puede considerarse como un acceso fácil al préstamo.
En otras palabras, te permite pedir prestado hasta una cantidad predeterminada cuando lo necesites y luego pagar el saldo cuando tengas los fondos disponibles. El pago del préstamo libera fondos para volver a pedirlos prestados, por ello obtiene el nombre de revolvente.
¿Cómo funciona el crédito revolvente?
Si te aprueban un crédito revolvente, el prestamista o entidad financiera fijará una cantidad determinada, la cual será tu línea de crédito revolvente. Esta línea es la cantidad máxima que puedes cargar en esa cuenta. Por tanto, cuando realices una compra, tendrás menos crédito disponible. Y cada vez que realices un pago, tu crédito disponible volverá a aumentar.
Los créditos revolventes son de duración indefinida, es decir, no tienen fecha de finalización. Mientras la cuenta permanezca abierta y en buen estado, puedes seguir realizando compras. Ten en cuenta que el pago mínimo puede variar de un mes a otro porque suele calcularse en función de lo que debas en ese momento.
Por tanto, cuando renueves un saldo, tendrás que hacer un pago mínimo cada mes. Puede tratarse de una cantidad fija o de un porcentaje del saldo total, el que sea más alto. También, te cobrarán intereses sobre el saldo que se arrastra de un mes a otro. Además, es posible que tengas que pagar otras cuotas, como las anuales, las de apertura o las de impago o retraso.
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Tipos de créditos revolventes
¿Qué tienen en común las tarjetas de crédito, las líneas de crédito personales y las líneas de crédito con garantía hipotecaria? Todos estos son ejemplos de créditos revolventes. Pero, ¿son todos iguales? En este apartado, te detallaremos cada uno de estos.
Tarjetas de crédito
Mucha gente utiliza las tarjetas de crédito para hacer compras cotidianas o pagar gastos inesperados, ya sean cantidades grandes o pequeñas. Algunas de estas brindan recompensas y beneficios que puedes utilizar en tu beneficio.
Línea de crédito personal
Una línea de crédito personal es similar a una tarjeta de crédito. Sin embargo, no está vinculada a una tarjeta física y suele emplearse para gastos importantes. Los fondos o el préstamo lo recibirás en forma de cheque o por medio de un depósito directo en tu cuenta bancaria.
Línea de crédito con garantía hipotecaria
La línea de crédito con garantía hipotecaria es una cuenta de crédito abierta que te permite pedir dinero prestado sobre el valor de tu vivienda. Y como es abierta, puedes pedir prestado y devolver el dinero varias veces, siempre que no superes el límite de crédito.
Es importante tener en cuenta que este tipo de crédito es diferente de un préstamo con garantía hipotecaría, que suele ser una suma de dinero con un tipo de interés fijo que se pide prestada una sola vez.
¿Cómo mantener bajo control un crédito revolvente?
Pagar un préstamo puede ser difícil si no se tienen las finanzas en orden, pero estos sencillos pasos pueden ayudarte a pagar tu crédito revolvente e incluso podrían aumentar tu puntuación crediticia.
- Gasta de forma responsable: este es un buen consejo tanto si tienes un saldo renovable como si no. Por tanto, asegúrate de tener en cuenta lo que ya debes cuando pienses en gastar más.
- Paga más que el mínimo: siempre que sea posible, paga más que el importe mínimo, ya que esto puede ayudarte a reducir tu saldo más rápidamente.
- Paga primero las cuentas con mayor interés: dado que estas deudas son las que más dinero te cuestan, puede ser una buena idea aumentar los pagos a las cuentas con mayor interés.
- Realiza todos los pagos a tiempo: si no te retrasas en los pagos, puedes evitar los recargos por demora, además de mejorar tu puntuación crediticia.
¡Ahora ya sabes qué es y cómo funciona un financiamiento revolvente! Si lo utilizas de forma responsable, este tipo de crédito puede ayudarte a gestionar tu flujo de caja y a construir una buena puntuación de crédito, dos factores clave para una vida financiera saludable. ¡Esperamos que hayas disfrutado de esta información!
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